Trastorno del Espectro Autista: La importancia del diagnóstico oportuno y red de apoyo
Instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidades, cada 2 de abril se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, con el objetivo de que todos los niños y adultos puedan llevar una vida plena y gratificante.
Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son una condición del desarrollo que puede provocar problemas sociales, comunicaciones y conductuales significativos. Actualmente, el diagnóstico TEA incluye muchas condiciones que solían diagnosticarse por separado que incluyen el trastorno autista, el trastorno no generalizado del desarrollo no especificado de otra manera y el síndrome de Asperger. Ahora, a todas estas condiciones se les denomina, Trastornos del Espectro Autista.
Al respecto, la jefa de Unidad de Neurosiquiatría Infantil del Hospital Clínico Magallanes, doctora Loreto Llanos, explicó que el diagnóstico de esta condición puede ser precoz, incluso al año o dos años y medio del menor, se podría tener sospecha o diagnóstico TEA.
“Presentan algunas alteraciones en socialización ya que lo hacen de manera distinta, les cuesta -a veces- entender algunos códigos sociales y, en los más pequeños, tienen escaso contacto ocular, apuntan con el dedo lo que necesitan y juegan solos. También pueden presentar retraso del lenguaje y eso va a depender principalmente de la capacidad intelectual que tengan, hay niños que son brillantes y otros que tienen discapacidad intelectual, y dependiendo de ello, puede afectar el lenguaje”, destacó la especialista.
Agregando la doctora Llanos que, los niños más grandes “pueden tener problemas con la entonación del lenguaje, monótono, robotizado y sin tanta entonación como habitualmente lo hacen las personas que no tienen TEA; además, pueden presentar rigidez de las rutinas o intereses que son restringidos, les cuesta cambiar rutinas y a veces tienen a tener interés por algún tema es especial, dinosaurios y/o el espacio. A veces, son muy sabios en algunos temas puntuales y deficientes en otras cosas”.
Hasta el momento, se desconocen las causas del TEA. Puede haber muchos factores que hagan que un niño tenga más probabilidades de tener estas condiciones, incluidos factores ambientales, biológicos y genéticos.
A pesar de ello, para la especialista en Neurosiquiatría Infantil el apoyo de los padres y familiares es fundamental para el desarrollo de los niños y adultos.
“La red de apoyo es fundamental porque si bien es cierto hay que hacer un manejo multidisciplinario, el apoyo que tenemos en la casa para incorporación del niño a la sociedad, inicia principalmente por la familia”, indicó la facultativa.
Los TEA ocurren en todos los grupos raciales, étnicos y socioeconómicos, pero es 4.5 veces más frecuente en los niños que en las niñas. La incidencia en nuestro país de esta condición está entre 1 y 2 por ciento de la población.