Rol del profesional Nutricionista en Pandemia
No se habla mucho de ello, pero la Nutrición juega un rol fundamental en el tratamiento y recuperación de las personas que cursan o se van recuperando de COVID-19.
En este sentido, el equipo de nutricionistas del Hospital Clínico de Magallanes ha trabajado arduamente durante toda la pandemia para asegurar que todos los usuarios/as reciban el tratamiento dietoterapéutico adecuado según su condición de gravedad, ya sea a nivel de Unidad Central de Producción, lugar donde se elaboran las preparaciones ajustadas en consistencia y digestibilidad, como en SEDILE/CEFE, que es el servicio donde se elaboran y programan las fórmulas de nutrición enteral y, en las Unidades Clínicas de Hospitalización, donde se planifica la alimentación que cada usuario recibirá diariamente, ajustando las características a su tolerancia digestiva, deglutoria y, sobre todo, a un óptimo aporte calórico-nutricional.
Relación Nutrición y COVID-19
Es bastante común ver que usuarios con COVID-19 presenten desnutrición, incluso y más aún si el usuario tiene obesidad; según el seguimiento que se realiza a los usuarios de la Unidad de Paciente Crítico (UPC) del Hospital Clínico Magallanes, por parte del profesional Nutricionista, el 63% presenta bajos niveles de prealbumina (“de proteínas en sangre”), lo que se relaciona con el cuadro hiper-inflamatorio característico de la enfermedad.
Por lo mismo, la mayoría de los usuarios con cuadros graves requieren aportes aumentados de proteínas (un promedio de 1,82g por cada kg de Peso Ideal, equivalente al doble de lo que requiere una persona sana), los cuales son monitoreados a través del nitrógeno que es eliminado por la orina, ya que la cantidad de nitrógeno ureico urinario nos entrega información acerca del catabolismo proteico, es decir, cuánta proteína está degradando nuestro organismo.
¿Qué pasa después de UPC?
La desnutrición post COVID-19 es algo que vemos en la mayoría de los pacientes; aquellos que tienen estadías más prolongadas en la UPC muestran una pérdida de masa muscular importante debido al hiper-catabolismo de la enfermedad, con bajas de peso de entre 10 y 30 Kg.
Una vez que los usuarios salen de la UPC hacia otra unidad para continuar su recuperación, el seguimiento nutricional sigue siendo fundamental; todos los usuarios necesitan rehabilitación multidisciplinaria, y acá es donde el profesional Nutricionista Clínico ajusta la alimentación vía oral de los usuarios después de haber estado con un soporte nutricional enteral, realizando modificaciones de consistencia y también adecuando el aporte de energía y nutrientes para cada usuario en particular; ya sea incorporando colaciones dentro de una alimentación fraccionada, como también probando tolerancia con suplementos nutricionales orales.
Todos estos detalles son solicitados a la Unidad Central de Producción y al Servicio Dietético de Leches/Central de Fórmulas Enterales, en donde las Nutricionistas de Producción y Planificación Alimentaria mantienen la cadena para cumplir con las demandas nutricionales de los usuarios, tanto en términos logísticos como en la elaboración misma de las preparaciones culinarias y fortificantes, respectivamente.
Una vez al alta, se entregan pautas con Recomendaciones Alimentarias a cada usuario que lo requiera, adecuándolas según la presencia de enfermedades crónicas, como Diabetes o Hipertensión Arterial, y también según sus requerimientos específicos, de manera que su Nutrición siga contribuyendo a su satisfactoria recuperación.