Rigidez, temblores y dolores musculares: las principales señales del Parkinson
Cuando se desempeñaba como enfermera reguladora del Servicio de Atención Médico de Urgencia (SAMU) hace aproximadamente 12 años, Lucia Espada Rivera (63) inició con movimientos involuntarios entre los dedos y su muñeca izquierda. De inmediato se percató de que algo no estaba bien.
“Cuando iniciaba el movimiento, conscientemente paraba, pero todos mis compañeros se dieron cuenta y me recomendaron que fuera a ver a un neurólogo. Consulté con el especialista y cuando me examinó, me dijo que era un movimiento esencial. Luego, comenzó el movimiento en el antebrazo y ahí empezamos a darnos cuenta de que algo había pasado. Me trasladé al Hospital Clínico a trabajar, inicié todos mis exámenes y me diagnosticaron de Parkinson”, relata Lucia.
Debido a la pandemia sus controles se atrasaron un poco, luego, su doctor de cabecera pasó a ser el doctor Claudio Espina, y ahí –cuenta- todo cambió.
“Es una persona excelente. Se preocupa por mí y por mi enfermedad. Todos los meses estamos en contacto. Y siguiendo sus indicaciones, pude sobrellevar de mejor manera esta enfermedad”, dice la usuaria del Hospital Clínico.
A Lucia le recetaron medicamentos, y mientras cuenta su historia, sus manos tiemblan un poco, se percata de la situación, y tratar de concentrarse para dejar a un lado sus movimientos involuntarios.
“Llego agotada, me muevo con mayor dificultad, tengo que usar bastón y hay momentos en que me quedo pegada. Es muy difícil vivir con una enfermedad porque uno sabe que tiene tanto que entregar, tanto conocimiento y es vivir presa porque el cuerpo no responde. Es muy desagradable cuando uno ha hecho tantas cosas”, explica.
Pero al final del día, la magallánica agradece la atención del Dr. Espina –jefe del Programa Parkinson del Hospital Clínico- y de todo el equipo de la Unidad de Neurología conformado por seis médicos, una enfermera y dos TENS.
“Creo que los pacientes tenemos la suerte de contar con un médico excepcional como el doctor Espina. La Unidad de Neurología es sumamente buena y los profesionales del área son todos excelentes. No tengo más que decir, solo agradecimiento y bendiciones”, rescata la usuaria.
Definición y síntomas
El doctor Claudio Espina, especialista en Neurología y jefe del Programa Parkinson del Hospital Clínico Magallanes (HCM), explica que esta enfermedad “es neurológica, neurodegenerativa y se caracteriza por algunos síntomas. Generalmente son de la parte motriz, principalmente rigidez, temblores, dolores musculares y lentitud para realizar ciertos movimientos”.
La mayoría de las personas que padecen de esta enfermedad, son adultos mayores que inician con algunos síntomas como temblores a un lado del cuerpo (brazos o piernas) y luego se trasladada hacia el otro lado.
De igual forma, la rigidez también termina siendo otro síntoma. Allí, a la persona le cuesta mover más un brazo y va siendo progresivo y, al igual que los temblores, pasa a la pierna o brazo.
De acuerdo con el especialista, la Unidad de Neurología atiende alrededor de 110 pacientes que padecen de Parkinson que, durante la pandemia se debió adaptar y realizar controles por dos modalidades, Telemedicina y presencial. Y no solo a pacientes de la capital regional de Magallanes, sino también Puerto Natales, Porvenir y Puerto Williams.
“Esta es una enfermedad que la diagnosticamos los neurólogos y los tratamientos que existen son principalmente fármacos y rehabilitaciones motoras. Todo esto en búsqueda de que la enfermedad se retrase con el tiempo, pero como es degenerativa, lamentablemente puede ir avanzando con los años”, explica el profesional
Derivación
Ante sospecha de cualquier síntoma, temblor o rigidez, el paciente debe consultar en Atención Primaria de Salud (APS), el médico debe descartar principalmente el uso de algunos fármacos. Si el médico nota que el paciente no usa fármacos, le cambia el tratamiento y persiste con los síntomas, debe derivarlo a la Unidad de Neurología del Hospital Clínico.