La 1º línea senior HCM: Funcionarias que optaron por combatir la pandemia desde la Unidad de Emergencia Hospitalaria
Fue el pasado 17 de marzo cuando nuestro país entró a fase cuatro después de la existencia de circulación viral y dispersión comunitaria de covid-19 en territorio nacional. Desde ahí muchas fueron las estrategias para disminuir la propagación de contagio y proteger a la población de riesgo.
Una de las acciones establecidas en el Hospital Clínico Magallanes (HCM) fue enviar a trabajo remoto o sistema de turnos a los funcionarios y funcionarias con enfermedades crónicas, hijos pequeños y mayores de 60 años.
En ese momento, Ema López Muñoz (60) y Ana María Gutiérrez (63) ambas TENS de la Unidad de Emergencia Hospitalaria (UEH) fueron consultadas por su jefatura para pasar el tiempo de crisis sanitaria en sus hogares. Ellas, muy seguras, dijeron que no y optaron por permanecer trabajando en la primera línea junto a sus compañeros.
Ema López Muñoz lleva 23 años de servicio en HCM y 17 de ellos cumpliendo funciones en la urgencia. Es casada y actualmente vive con su marido, una hija y un nieto de cinco años. “Yo decidí no irme a casa porque a mí me gusta mi trabajo y lo que hago, por una pandemia no iba a dejar de trabajar, al contrario, es una experiencia y no quise irme a casa sabiendo que mis compañeros sí correrían riesgo. Por lo mismo decidí quedarme”
Según cuenta, no dudó en ningún minuto de su decisión, sí confiesa, que en un principio fue muy difícil para su familia y su vida personal ya que existían temores que con el tiempo se fueron disipando debido a la excelente organización del equipo de trabajo en mantener todas las medidas de seguridad e higiene en todo momento. “En los momentos de más contagios era algo estresante, cuando llegaba a trabajar lo primero que hacía era encomendarme a dios para que nos protegiera y después cuando uno llegaba a casa, donde hay un niño y enfermos crónicos tomaba todas las medidas de precaución; alcohol en los zapatos, baño de inmediato, la ropa a lavar ya que el contagio era latente”, explica.
“De a poco yo tomé más confianza y se formó una rutina, mi equipo de trabajo es muy bueno y muy bien organizado, por eso hemos tenido buenos resultados, tenemos una excelente jefatura, no nos ha faltado nada y seguimos estando para nuestros pacientes”.
La misma decisión tomó Ana María Gutiérrez, quien nunca tuvo miedo y gracias a su optimismo y fe ha podido pasar estos más cuatro meses sana y al servicio de sus pacientes. “Si uno trabaja en un servicio de urgencia siempre tiene que estar dispuesta a estar en todo, era el momento de ponerle el pecho a las balas y así fue”.
A pesar de los temores de su familia ella siempre supo que tenía que estar frente a esta crisis y su creencia en dios la ha mantenido firme y sana, destacando también la disciplina del equipo humano de la UEH “Yo creo que la unión hace la fuerza y hasta ahora estamos bien, hemos acatado las normas y nuestro servicio se ha destacado porque somos un excelente equipo que se apoya y ayuda entre sí, esto ha sido fundamental para atender mejor a nuestros pacientes, cuidar de ellos y nuestra familias. Lo que uno hace es un trabajo de mucho amor y yo jamás he dudado de la vocación estoy feliz de aportar mi grano de arena para los pacientes y mi servicio, eso me tiene muy feliz”.
Por su parte el Director HCM Ricardo Contreras valoró la vocación y compromiso de estas mujeres, “Quiero destacar el compromiso y vocación demostrado por ellas, en razón de la necesidad de entregar atención de salud a la población afectada por esta grave enfermedad, valorar y reconocer la bondad, entrega y sacrificio, por encima de sus propios derechos, que les permitían mantenerse a resguardo, sino que más bien pusieron su disposición y capacidades al servicio de los demás. Son un orgullo para este hospital y constituyen un ejemplo para todos. Tendrán por siempre la gratitud de toda la comunidad magallánica y de este Director”.