El Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo se conmemora cada 2 de abril y tiene como objetivo principal promover la inclusión de aquellas personas con alguna condición del espectro autista como ciudadanos con pleno derecho en todos los ámbitos de la sociedad.

Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son una condición y no una enfermedad, por lo que también podemos referirnos a ellos como CEA (Condición del Espectro Autista). Como bien dice su nombre, es un espectro del punto de vista clínico porque existen personas que completan sus estudios, trabajan, forman familia. Mientras que otros tienen mayores necesidades de apoyo para sus actividades diarias. Hay quienes desarrollan habilidades excepcionales en algún área y otros que pudieran presentar discapacidad intelectual.

“En general, los pacientes TEA presentan dificultades en el área de la comunicación, intereses restringidos, rigidez de rutinas y/o alteración en la modulación sensorial, que es la forma como procesan los distintos estímulos que perciben en el ambiente, pudiendo tener dificultades para toleran ruidos agudos o mucho ruido, o ser selectivos para la alimentación y vestuario, por ejemplo”, explicó la Dra. Loreto Llanos, médico jefe de neurología infantil del Hospital Clínico Magallanes.

Actualmente, no existen registros que indiquen cuántas personas con TEA hay en Chile ni en Magallanes específicamente. La Ley TEA recientemente promulgada, entre otros temas, pretende lograr la obtención de un catastro que permita identificar la prevalencia. Sin embargo, “en el 2020, 1 de cada 36 niños a los 8 años había sido diagnosticado con TEA en Estados Unidos de acuerdo a un estudio del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de ese país. Esa prevalencia es mayor que en años anteriores”, agregó la especialista.

En el marco de esta fecha conmemorativa, los equipos del CR y CAE Infantil se vistieron con poleras azules con el fin de “concientizar de forma positiva e inclusiva, donde las diferencias nos enriquecen como sociedad. Debemos aprender a ser empáticos, característica que tantas veces se les pide a las personas con TEA y que, como sociedad, debemos ponerla en práctica más frecuentemente y ser respetuosos con la neurodiversidad”, concluyó la Dra. Llanos.