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9 de Mayo de 2025

El Hospital Clínico de Magallanes recibió durante la tarde de este miércoles 8 de mayo a don Hugo Orellana Fuentes, de 63 años, quien fue aeroevacuado de emergencia desde la localidad de Cameron, en Tierra del Fuego, tras presentar síntomas neurológicos que activaron el protocolo Código ACV, vigente en la red asistencial regional.

El procedimiento se inició cerca de las 14:00 horas, mientras el paciente se encontraba en su lugar de trabajo en faenas de obras civiles. Fue allí donde sus compañeros advirtieron signos inusuales, como mareos, desmayo transitorio y dificultad para hablar, lo que los motivó a trasladarlo inmediatamente a la posta de Cameron. En dicho centro se pesquisó una parálisis facial, lo que activó el protocolo de emergencia ante sospecha de Accidente Cerebrovascular (ACV).

Se coordinó de forma inmediata la aeroevacuación en helicóptero hacia el Hospital Clínico de Magallanes, donde el paciente ingresó a las 17:25 horas. El neurólogo del Hospital Clínico, Dr. Javier Gaete, explicó que durante el trayecto los síntomas comenzaron a ceder, y que una vez estabilizado, el paciente fue evaluado por los equipos del Servicio de Urgencia, Neurología, Imagenología y Laboratorio, según lo establece el protocolo.

“Finalmente se trató de un evento isquémico cerebral transitorio, un cuadro que afortunadamente no dejó secuelas. El paciente se encuentra hospitalizado y en buenas condiciones clínicas, y permanecerá en observación para completar los estudios”, detalló el Dr. Gaete.

El profesional destacó que el Código ACV funciona las 24 horas, todos los días del año, y que cubre no solo a la comunidad de Punta Arenas, sino también a Tierra del Fuego y Puerto Natales, en este último caso con el apoyo de telemedicina neurológica. El sistema permite detectar, evacuar, diagnosticar y tratar de forma rápida un ACV, lo que puede significar la diferencia entre la vida, la discapacidad o la recuperación completa.

Desde el lado familiar, Rodrigo Orellana, hijo del paciente, valoró la atención recibida y la rapidez de toda la red asistencial:

“Todo fue muy rápido. Mi padre comenzó a sentirse mal en el trabajo y gracias a sus compañeros fue trasladado de inmediato a urgencias. Ahí se activó el Código ACV y fue aeroevacuado. Ya en el hospital, recibió toda la atención de forma eficiente. Él mismo nos dijo que fue una buena experiencia, se sintió acompañado y cuidado. Hoy está bien, fuera de peligro, y eso es lo que más agradecemos como familia”, expresó.

 

El caso de don Hugo Orellana Fuentes pone en valor no solo el funcionamiento articulado del Código ACV en zonas extremas, sino también el compromiso y la preparación del Hospital Clínico de Magallanes como establecimiento de alta complejidad y referencia regional, capaz de responder con oportunidad y humanidad frente a emergencias neurológicas.

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